Altagracia María González

Altagracia María González
Oriunda de Sosúa, Puerto Plata



Mujer, temerosa de Dios, ciudadana del mundo y promotora del reino celestial, madre, educadora, soñadora de un mundo mejor en el que reine la justicia y la paz. Es por eso que pretende a través de sus escritos apelar a la conciencia de la gente con todo aquello que se agolpa en su interior, surgiendo como un estallido de denuncias ante las miserias humanas y al mismo tiempo exaltando las virtudes que nos fueron conferidas al momento de ser creados a imagen y semejanza de Dios.

Integrante activa del Círculo de Escritoras Dominicanas Aída Cartagena Portalatín.

Algunos de sus poemas:

*Mis quimeras

*Desaliento

*La Bandera

jueves, 29 de abril de 2010

Desaliento


Nada…podría decir aún, menos que nada.

Se ha extinguido en el pecho la llama,

matando así tus sueños y añoranzas.

Al sentirte de pronto con las alas quebradas,

cual pájaro perdido en lontananza.


Nada queda de tus nobles ideas,

volaron por el viento cual cometa.

Y aquellas tus palabras de profeta

nadie quiere escuchar, nadie respeta.


Si no entonces ¿por qué hoy se permite

que nuestra patria sea sojuzgada?

Esta hermosa Quisqueya, por la cual moriste

y a la que creíste por siempre liberada.


Tú, que al intruso con valor echaste,

para que nadie jamás la pisoteara.

Si la vieras, oh Duarte… ¡Que desastre!

Lo que han hecho de tu nación amada.


Ya no es verdugo extraño el que hoy oprime,

ahora es algo más desconcertante.

Es el monstro fatal de la indolencia

lo que tiene este pueblo agonizante.


Unos aspiran al Poder llegar,

con el fin de lograr ampliar sus arcas,

y al conseguirlo, con toda impunidad

al humilde destrozan con potentes garras.


Otros intentan hallar suerte en nuevas playas,

entendiendo que aquí no hay esperanzas.

Se arriesgan en duras travesías,

donde la muerte les tiende una trampa.


La patria desventurada implora y gime:

¿Los hijos que parí…dónde han estado;

por qué ya hoy no se levantan hombres

que amen el bienestar de sus hermanos?


Los ideales de Duarte no hayan eco,

en las consciencias, ni en las mentes gastadas.

Despertemos del letargo siniestro

para poder decir: ¡Tenemos Patria!

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